Este parque, ubicado en la Presa da Regueira, hasta hace muy poco era una zona oculta, llena de maleza. Durante el confinamiento, Juan Alves, un vecino de la zona, comenzó a limpiarlo para mantenerse activo y poco a poco fue colocando multitud de elementos para hacer del lugar un sitio de recreo para las familias. Con el tiempo fue construyendo lo que de forma local se conoce como El Parque de Juan Alves, un lugar con un encanto especial y que llama la atención a quien lo visita, tanto locales como visitantes de la zona.

Además de sendas preparadas para caminar (no muy largas), también hay una zona preparada para hacer descenso en bicicleta, por lo que hay que tener cuidado para no meterse por el camino equivocado ya que puede ser peligroso.

Entre sus elementos encontramos: bancos, columpios, puentes, hamacas, lianas... todo ello realizado con palets, madera, cuerda, etc. Materiales que se mimetizan con el entorno y le dan un carácter especial.

Uno de sus lugares principales, es el "Recuncho do Amor", un amplio "banco" que Juan Alves creo como lugar de intimidad para las parejas.

En navidad (de 2020), estaba decorado con luces de colores, haciendo que el parque luciera muy bonito por la noche.

Sin duda un lugar mágico que en cada visita sorprende, ya que cada día aparecen nuevos elementos que hacen de este parque un sitio encantador.